Susana López Martíns siempre ha estado vinculada a la música desde que tiene uso de razón. Esta actriz y cantante nació en Oviedo en noviembre de 1964. “En mi casa siempre se ha oído música, generalmente clásica porque a mi padre le gustaba mucho, pero a medida que fui creciendo también se oían otras cosas y siempre me ha gustado cantar”.

La guitarra es su instrumento de cabecera, “aprendí de forma autodidáctica muy pronto y solamente para acompañarme a mí misma o para cantar con amigas”.

Pero esta vocación pronto se convirtió en profesionalidad y “con 16 años me apunté al Coro Universitario de Oviedo. Ahí aprendí a cantar en grupo, a empastar con otras voces y eso me animó a cantar como solista en grupos locales”.

Ya con veintialgún años deja su ciudad natal y “me traslado a Madrid”. A partir de ahí comienza su trayectoria profesional. Primero se forma en “Arte Dramático donde recibía clases de canto y también tomaba clases particulares con una profesora con la que aprendí muchísimo”. Más tarde, “a través de una compañera conozco a Luis Eduardo Aute y canto con él casi cuatro años, hago dos giras y grabo dos discos con él y con el grupo Suburbano, que era la formación que le acompañaba en aquel momento. A raíz de aquello he colaborado con muchos artistas, he compuesto alguna canción y sigo cantando cuando hay ocasión, pero me he dedicado más a la interpretación como actriz”.

Hemos podido disfrutar de Susana en las series ‘Los misterios de Laura’, ‘Apaches’ o ‘Aquí no hay quien viva’, en las películas ‘Las armas no borrarán tu sonrisa’, ‘Entres rojas’ o ‘La mujer de tu vida 2. La mujer duende’, entre otras y en teatro como actriz-cantante en musicales como ‘Quo Vadis’, ‘Quisiera ser’ o ‘El desdén con el desdén’.

Aun así, la música sigue siendo una de sus pasiones, aunque asegura que “debo tener influencias de todo porque me gustan muchos tipos, pero como he compuesto poco, no creo que sea por influencia de nadie en concreto”. Tan solo, “cojo la guitarra y me pongo a ver lo que sale”.

Susana Martíns es socia de SEDA desde sus inicios “me hablaron del proyecto y me interesó. Y me alegro mucho de que se haya conseguido llegar hasta aquí, es un logro enorme que ha supuesto y sigue suponiendo un esfuerzo grande, mucha dedicación, ilusión y generosidad por parte de todos los que están detrás de este necesario proyecto, porque sé que no ha sido ni está siendo fácil, pero estoy segura de que en el futuro se verá a SEDA como un ejemplo a seguir”.

A título personal, afirma, “puedo decir que gracias a SEDA he podido cobrar por primera vez mis derechos de autor y sé que se están haciendo las cosas bien, en comparación con la otra sociedad de gestión de este país. No dudé ni un segundo en dejar la otra para venirme a SEDA. Y en general creo que es muy importante que exista otra sociedad de gestión de los derechos de autor musicales en este país. Las generaciones venideras lo agradecerán”.

Es importante la gestión y también lo es el estado y circunstancias en las que se encuentran los músicos. Para Susana pasa “lo mismo que con los actores, son profesiones que nunca se han regulado, no se les ha dado su lugar en la cultura ni en la sociedad y creo que, a pesar de que se ha avanzado mucho y ya hay sindicatos, hay sociedades de gestión que nos protegen, aún hay sectores de la cultura que no respetan la ley de propiedad intelectual y se vulneran muchos derechos de los músicos. Sé que se están haciendo muchos esfuerzos porque todo esto cambie, pero hay que seguir luchando contra eso. Hay que seguir por el camino que se está tomando y no ceder”.